En la mañana del pasado miércoles 18 de abril, dentro de la sesión diocesana de Formación Permanente para el clero, monseñor Orlando Olave Villanova, obispo de Tumaco, compartía con los sacerdotes asistentes algunas reflexiones pastorales sobre la realidad latinoamericana y, particularmente, colombiana.
Monseñor Olave fue nombrado obispo por el papa Francisco el 18 de marzo de 2017 y consagrado el 6 de mayo del mismo año. Es doctor en Teología, con la especialidad en Pastoral Juvenil y Animación, por la Pontificia Universidad Salesiana (Roma). Ha sido enviado a la Diócesis de Tumaco, de Colombia, una joven diócesis que cuenta con 18 años de vida y una población de 335.000 habitantes. Entre los principales retos sociales y pastorales de esta diócesis se encuentra la lucha contra la violencia y el contrabando, así como la educación y la formación de la juventud.
Durante la sesión, monseñor Olave se refirió a algunos retos pastorales concretos de su realidad, como el desarrollo e implantación de los procesos catequéticos que permitan una catequesis continua en las parroquias; el trabajo de animación cultural y formación cristiana de la juventud, visto que el 30 por ciento de la población de la diócesis son jóvenes. Habló también sobre la fuerza que la religiosidad popular tuvo en la primera evangelización de aquellos pueblos y también posee en la actualidad.