- Carta Pastoral del arzobispo en el Día de la Acción Católica, en la que pide construir parroquias acogedoras y participativas
En su Carta Pastoral en el Día de la Acción Católica y Apostolado Seglar, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, hace una llamada a revitalizar la “implicación parroquial” de los laicos. “Este llamamiento a la implicación parroquial”, indica el arzobispo, “y a que sea facilitada por los párrocos e inmediatos colaboradores, va dirigido a todos pero especialmente a los miembros de la Acción Católica y de todos los movimientos y asociaciones apostólicas”. Monseñor Barrio indica, además, que “la comunión eclesial se resiente y el empuje evangelizador decae cuando no somos capaces de encontrarnos en la comunidad parroquial, superando las inercias negativas y haciendo una parroquia acogedora y participativa”. Este domingo, solemnidad de Pentecostés, es el día que la Iglesia dedica al apostolado seglar.
En su carta, el arzobispo compostelano recuerda que la Iglesia diocesana “está inmersa en un proceso postsinodal, un camino compartido para poner el evangelio y la persona de Cristo el Señor en el centro de la vida personal y eclesial, dejando atrás la rutina que asfixia el alma”. Y recuerda que “a todos se nos confía el anuncio del evangelio y el testimonio de nuestra fe. En la Iglesia todos somos corresponsables y colaboradores. Si hay algo que hacer, el que lo ve necesario, está siendo llamado a hacerlo”. Monseñor Barrio afirma que el compromiso de los laicos “presentes en la comunidad parroquial, la mantendrán sensible a las realidades sociales del entorno y urgirán su respuesta y su testimonio, tanto de caridad como de esperanza y de fe”.
El arzobispo invita “desde esta preocupación” a todos los cristianos comprometidos a “hacerse mediadores del retorno, ayudando a los alejados y decepcionados a desprenderse de prejuicios y de sentimientos, y facilitando la acogida y la participación para que redescubran la alegría del encuentro con Cristo. Será necesario cuidar y orientar las celebraciones de religiosidad popular hacia la recuperación y el retorno a la fe personalizada de los visitantes, curiosos y “devotos” que acuden masivamente a los santuarios y celebraciones consuetudinarias a lo largo y ancho de la diócesis”.