Intervención de Mons. Barrio en Cope: 13 de abril de 2018

 

En medio de las noticias de todo tipo que nos presentan los medios de comunicación, desde la comparecencia del creador de una importante red social ante el Congreso de Estados Unidos a la polémica sobre la obtención de títulos universitarios por parte de algunas personalidades públicas, una de esas informaciones, una sentencia de nuestro Tribunal Constitucional, nos hace reflexionar sobre la importancia del derecho a la educación para la conformación de una sociedad libre y con valores democráticos. Un derecho que afecta muy mucho a las familias.

Dicha sentencia viene a confirmar la plena vigencia del derecho que los padres tienen a elegir el modelo educativo que consideren mejor para sus hijos. En ese derecho figura el de llevar a los hijos a centros escolares con educación diferenciada, como reflejo de la propia variedad educativa que reconoce nuestra Constitución.

Nada hay en estos centros de ánimo segregador tal y como argumentaban, con indudables tintes ideológicos, quienes habían solicitado del Tribunal Constitucional un posicionamiento contrario a la existencia de este modelo formativo. Que alguien no esté de acuerdo con esta opción, no significa que deba prohibirse. La tolerancia es, precisamente, lo contrario: aceptación de la diferencia en libertad. Lo contrario sería intolerancia e imposición de un único modelo educativo, en el que los padres serían meros espectadores. El modelo, por ser plenamente constitucional, puede recibir financiación pública vía subvenciones.

Se trata, sin duda, de una buena noticia pues, a la vez, el alto tribunal avala la constitucionalidad de la Religión como una asignatura más. Desde la Iglesia diocesana valoramos en su medida esa preocupación  que manifestáis los padres por la educación de vuestros hijos e hijas. En ella ponéis todo vuestro empeño y esfuerzo. Defender la elección de centro, el modelo educativo y la clase de Religión en igualdad de trato con el resto de las demás asignaturas, es una tarea de defensa de la libertad de educación y una forma de expresar nuestra visión del hombre desde la fe.

 

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