Hoy domingo 30 de marzo, IV Domingo de Cuaresma conocido como Domingo Laetare, la Iglesia de Santo Domingo de Betanzos acogió la Eucaristía del Jubileo de la Esperanza del Arciprestazgo de Betanzos, presidida por Monseñor Francisco Prieto Fernández, Arzobispo de Santiago de Compostela.
Comenzó a las 17:30 horas y contó con la presencia del vicario de A Coruña, Don Severino Suárez, de numerosos sacerdotes y fieles de las parroquias del arciprestazgo, así como de alcaldes de Betanzos, Abegondo, Oza-Cesuras, Bergondo, Miño e Irixoa.
Preparativos previos: Consolidando la unión interparroquial.
Durante los tres primeros domingos de Cuaresma, los párrocos del arciprestazgo de Betanzos participaron en un intercambio de parroquias, celebrando Misas en distintas comunidades para estrechar lazos entre las parroquias y fortalecer el sentido de comunidad.
Este enfoque innovador permitió a los fieles escuchar voces nuevas y conocer de cerca a los responsables de la vida pastoral en otras áreas del arciprestazgo. Tanto los sacerdotes como los feligreses valoraron esta experiencia como un enriquecedor paso hacia una pastoral más interparroquial.
Activa participación comunitaria y simbolismo litúrgico.
La Eucaristía de esta tarde contó con la participación activa de representantes de las unidades pastorales de Miño, Bergondo, Oza-Cesuras y Betanzos, quienes se encargaron de las lecturas, las peticiones y otros momentos destacados de la liturgia.
Entre ellos, se encontraron un catequista y un joven de Betanzos, miembros de Cáritas de Bergondo y del Consejo Arciprestal, así la música a cargo del coro de Lubre. Estos colaboradores hicieron de la ceremonia un verdadero mosaico de diversidad y unidad.
El Jubileo, una llamada a la reconciliación y la misericordia.
En su homilía, Monseñor Francisco Prieto destacó profundamente el significado del Jubileo 2025, convocado por el Papa Francisco. Este evento, celebrado cada 25 años, representa una oportunidad excepcional para vivir la gracia divina, recibir el perdón y fortalecer la comunión con Dios. Subrayó que esta experiencia de júbilo, gracia y reconciliación culmina en torno a la Eucaristía, tras semanas de preparación y reflexión espiritual. “En el sacramento del perdón y en la mesa de la Eucaristía, el Padre nos abraza, nos pone en pie y nos ofrece el mejor de los manjares, que es Cristo”, expresó el arzobispo, haciendo hincapié en el papel central de la Eucaristía en la vida cristiana.
Asimismo, recordó que el jubileo no se limita al momento puntual de la celebración, sino que se convierte en una fuente continua para nutrir, alimentar y motivar nuestra vida de fe, especialmente a través del sacramento de la Eucaristía.
En la homilía vinculó también este Jubileo con el tiempo de Cuaresma, describiéndolo como una preparación espiritual que lleva hacia la Pascua y hacia la plenitud de las promesas divinas. Inspirado por la parábola del hijo pródigo, Monseñor Prieto destacó la figura del Padre como símbolo de un Dios siempre misericordioso y dispuesto a recibir a sus hijos: “el Jubileo invita a cada persona a regresar al Padre, reconciliarse y vivir plenamente su identidad como hijos de Dios”.
@archicompostela Betanzos celebra el Jubileo 2025 con unidad, fe y compromiso solidario. El 30 de marzo, el arciprestazgo de Betanzos acogió una celebración especial marcada por la fe, el júbilo y la solidaridad. La Misa jubilar etuvo presidida por Monseñor Francisco Prieto, arzobispo de Santiago de Compostela. #archicompostela #monsfranciscoprieto
Solidaridad en acción: Cáritas y la ayuda a los más vulnerables.
La jornada también tuvo una dimensión solidaria, ilustrada por la colecta realizada durante la Misa en beneficio de organizaciones que trabajan con víctimas de trata y explotación. Julián, miembro de Cáritas de Betanzos, explicó que lo recaudado recaudado apoyará a instituciones como Adoratrices, Oblatas, Cruz Blanca y Cáritas, que ofrecen ayuda tanto a mujeres como a hombres en situaciones de vulnerabilidad extrema. «Cuando salgamos de esta Misa, no podemos hacerlo igual que cuando entramos», enfatizó Julián, invitando a los asistentes a ser un signo de esperanza para los demás.
Un mensaje de esperanza y compromiso.
La Eucaristía culminó con una llamada a vivir el Jubileo no solo como un acto litúrgico, sino como una misión de fe en el día a día. En este sentido, destacó que la celebración no termina con la Eucaristía, sino que debe transformar la vida cotidiana, de manera que la vida que llega a la celebración no sea la misma que la que sale, habiendo recibido la misericordia de Dios.
Monseñor Prieto recordó que la misericordia de Dios siempre está disponible y alentó a la comunidad a continuar su camino como «peregrinos de la esperanza».
El nuevo arciprestazgo de Betanzos.
El arcipreste de Betanzos, D. Santiago Pérez, expresó su esperanza de que esta celebración sea un impulso para una pastoral interparroquial en el nuevo arciprestazgo, que reúne a más de 60 parroquias de municipios como Abegondo, Aranga, Bergondo, Betanzos, Coirós, Irixoa, Miño, Oza-Cesuras y Paderne. A pesar de los desafíos logísticos que supone abarcar un territorio tan amplio, la nueva organización ha fomentado una mayor colaboración entre las parroquias y ha generado un notable entusiasmo entre los feligreses.