Mons. Prieto: “No seamos testigos pasivos ante la vulnerabilidad de muchas personas y familias que no pueden acceder a su derecho a una vivienda digna y adecuada»

  • Carta Pastoral del Arzobispo con motivo del Día de las Personas sin Hogar

Con motivo de la celebración del Día de las Personas sin Hogar que  tendrá lugar el próximo domingo 27 de octubre, el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, ha dado a conocer una Carta Pastoral en la que, entre otras cosas, nos recuerda que, “no seamos testigos pasivos ante la vulnerabilidad de muchas personas y familias que no pueden acceder a su derecho a una vivienda digna y adecuada”. Insiste el prelado en que “Cáritas nos invita a superar la indiferencia con la que tantas veces nos protegemos y excusamos, y conocer y acompañar, sin juzgar y sin prejuicios, a estas personas sin hogar”

Carta Pastoral

Queridos hermanos:

“La imagen del camino toma forma en las rutas que tantos peregrinos recorren hasta llegar a la meta, donde les aguarda la tumba del Apóstol Santiago y el horizonte de una esperanza que nos conduce hacia una trascendencia de plenitud. Este camino es también expresión cotidiana de la misma condición humana, de sus anhelos y fracasos, de los vínculos y los encuentros que nos forjan como sociedad, como familia y como creyentes. Pero este caminar, para no pocos, está lleno de tropiezos, de abandonos y de olvidos, de tantos hombres y mujeres que son arrojados, o quedan olvidados, fuera de los caminos de la justicia y de la dignidad.

El próximo 27 de octubre Cáritas nos invita a posar la mirada y la conciencia sobre las personas sin hogar, que han de recorrer “un camino duro y complejo, lleno de dificultades. A veces luchan por superar los obstáculos que van encontrando, pero otras veces se sienten sin fuerzas, perdidos, desorientados. Vivir a la intemperie no es fácil, pero cuando encuentran a otros que los miran y los escuchan como lo que son, personas, todo cambia”. Cáritas nos invita a superar la indiferencia con la que tantas veces nos protegemos y excusamos, y conocer y acompañar, sin juzgar y sin prejuicios, a estas personas sin hogar que “tras de sí dejan muchas huellas de soledad e incomprensión, cargan historias de vida rotas, llenas de dolor y desesperanza. Enfrentan numerosas dificultades para acceder a una vivienda, a un empleo o, simplemente, para salir de la invisibilidad a la que como sociedad les relegamos habitualmente”.

El papa Francisco nos recuerda que “mientras muchas veces nos enfrascamos en discusiones semánticas o ideológicas, permitimos que todavía hoy haya hermanas y hermanos que mueran de hambre o de sed, sin un techo o sin acceso al cuidado de su salud” (Fratelli tutti 189).

La vida es un don de Dios que debemos cuidar en todos los ámbitos personales, familiares y sociales. Como creyentes en el Dios de la Vida no podemos admitir que tantos hombres y mujeres vivan sin hogar y sin techo. No seamos testigos pasivos ante la vulnerabilidad de muchas personas y familias que no pueden acceder a su derecho a una vivienda digna y adecuada.

Que en esta casa común que debemos cuidar, procuremos hospedar a los pobres sin techo (Is 58, 7), para que todos puedan tener un lugar donde habitar y construir un verdadero hogar y nadie se vea cobijado donde la noche lo sorprende”

Francisco José Prieto Fernández
Arzobispo de Santiago de Compostela

 

Carta pastoral Día personas sin hogar (PDF)

 

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