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La parroquia de Carreira vivió este jueves una jornada especialmente significativa con la celebración del Sacramento de la Confirmación. Un grupo de jóvenes recibió el don del Espíritu Santo tras completar su formación catequética. La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Francisco José Prieto.
Familiares, padrinos y miembros de la comunidad parroquial acompañaron a los confirmados en este momento clave de su camino de fe. El arzobispo destacó la importancia de este sacramento como culminación de la iniciación cristiana y, al mismo tiempo, como el inicio de una vida comprometida con el Evangelio.
Durante su homilía, monseñor Prieto animó a los jóvenes a vivir la fe “con autenticidad”, recordando que ser cristiano no es solo una tradición, sino una vocación personal. “Dios no obliga —dijo—. Dios regala libertad y quiere contar con vosotros para que seáis testigos sencillos y auténticos de la fe que celebramos”.
Recordó también la figura de San Pelayo, mártir gallego cuya memoria se celebraba ese día, como ejemplo de coherencia y valentía en la fe. “El don del Espíritu fortaleció su corazón. Fue capaz de entregar su vida por aquello en lo que creía”, señaló.
El arzobispo reconoció que hoy no siempre es fácil confesar la fe, pero invitó a los jóvenes a no tener miedo ni vergüenza. “No nos avergoncemos de creer en Aquel que nos ama y no se cansa de amarnos”, expresó, subrayando la necesidad de vivir la fe día a día, con sencillez, ternura y compromiso con los demás.
Finalmente, en el contexto del Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco, monseñor Prieto llamó a los presentes a ser “peregrinos de esperanza”, compartiendo la vida y la fe en un mundo que necesita luz, verdad y amor.
