Hoy, 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa de Jesús, el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Prieto Fernández, presidió por la tarde la Santa Misa en el Monasterio de Carmelitas descalzas de A Coruña.
En una emotiva homilía, Mons. Francisco Prieto, destacó la cercanía y naturalidad de Santa Teresa de Jesús. Subrayó cómo su transformación espiritual la llevó a un encuentro profundo con Dios: «Podemos decir que Dios la despertó como de una pesadilla y le regaló un sueño, que hizo suyo contra viento y marea. Y por eso se dice de ella y con razón la andariega de Dios (…) porque en ella se produjo un caminar, un caminar interior, un caminar en el que el don de Dios descubierto va poco a poco, permeando, penetrando su vida», afirmó.
El arzobispo resaltó la importancia del camino interior y la necesidad de silencio y escucha en la vida espiritual: «Es ese camino de vida interior, en el que Santa Teresa va mostrándose y va descubriendo ese don inagotable que Dios le ofrece,» señaló. «La interioridad tiene una expresión después en la exterioridad, en la expresión de que cuando el don de Dios habita en nosotros, ese don de Dios también lo hacemos y lo hacemos nuestro para darlo y entregarlo».
El arzobispo instó a la Comunidad Carmelita a seguir el ejemplo de Santa Teresa y a vivir la fe con naturalidad y sencillez: «Santa Teresa quería naturalidad, porque el camino de la santidad es un camino de normalidad, de sencillez, de cotidianidad» subrayó.
Finalmente, alentó a las Carmelitas de Eirís en Coruña a continuar siendo una presencia contemplativa y gozosa, reflejando la vida de Dios en sus acciones y oraciones: «Que sigáis siendo presencia contemplativa, orante, gozosa y alegre, esa presencia natural y transparente de la vida de Dios en vosotras,» concluyó el arzobispo.