El otoño se acercaba suavemente cuando el Seminario Menor de la Asunción celebró, hoy viernes 19 de septiembre, la inauguración de su curso académico 2025-2026.
El acto comenzó al mediodía con la solemne ceremonia académica de apertura, en la que la profesora Susana Ordóñez Dios pronunció la lección inaugural bajo el título “Castelao, 75 años después: un legado que sigue vivo”. Sus palabras tendieron un puente entre pasado y futuro, reivindicando la vigencia de un pensamiento que continúa inspirando generaciones.
A las trece horas, el encuentro se trasladó a la capilla para la celebración de la Eucaristía, presidida por el arzobispo compostelano, mons. Francisco José Prieto Fernández, acompañado del arzobispo emérito mons. Julián Barrio, los rectores del Seminario Menor José Manuel Taibo García y el del Seminario Mayor Interdiocesano José Antonio Castro Lodeiro, el vicario general José Andrés Fernández Farto y otros sacerdotes. Allí estaban también los equipos formativos de la Casa do Neno y del Seminario Menor, seminaristas, alumnado y familias, convirtiendo la misa en un auténtico retrato de la comunidad educativa y pastoral que crece unida en Belvís.
En su homilía, el arzobispo hizo una llamada al aprendizaje como camino vital. Recordó, evocando la carta de San Pablo a Timoteo, que nunca debemos perder “la capacidad de querer aprender”. Además, destacó en que educar no es solo cuestión de llenar la mente de conocimientos, sino de “crecer con un corazón grande”.
@archicompostela Inauguración del curso académico 2025-2026 del Seminario Menor la Asunción de la Archidiócesis de Santiago de Compostela #archicompostela #monsfranciscoprieto
En este sentido, citando la Escritura, el prelado compostelano subrayó la importancia de vivir con justicia, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre: actitudes que construyen personas y comunidades.
Sus palabras fueron también una llamada a la esperanza y a la fraternidad, recordando a tantos niños y niñas del mundo que sufren las consecuencias de la guerra y que no pueden estudiar en libertad. Invitó a mirar al compañero no como rival sino como hermano, a construir comunidad y a vivir cada jornada del curso como un regalo.
Al finalizar la celebración, el arzobispo bendijo dos aulas recientemente renovadas, dotadas de tecnología moderna, nuevo mobiliario y mejoras en el acondicionamiento, símbolo del esfuerzo constante por ofrecer una educación actualizada y acogedora.
La jornada culminó con una comida de confraternidad de toda la comunidad educativa.
En una entrevista reciente, el rector del Seminario Menor, José Manuel Taibo, expresó su satisfacción por el incremento del alumnado —112 estudiantes en secundaria, 104 en primaria y 60 en infantil—, fruto de un trabajo conjunto entre la Casa do Neno y el Seminario Menor. “Es una alegría por el trabajo realizado a lo largo del año pasado, pero también un estímulo para seguir avanzando”, aseguró. El rector destacó la importancia de los proyectos compartidos, como la participación de las familias, la mejora de las instalaciones y la creación del nuevo comedor escolar previsto para el próximo mes de mayo.
Más allá de las cifras, Taibo insistió en el valor diferencial de la propuesta educativa: una formación integral, abierta, que combina aprendizaje académico con valores cristianos y acompañamiento vocacional. “Somos un centro de puertas abiertas, y queremos seguir siendo conocidos en nuestra diócesis por nuestra oferta educativa y por el trabajo en valores”, subrayó.
El curso comenzaba, pues, bajo un aire de ilusión serena y compromiso compartido. Las palabras del arzobispo, el homenaje a Castelao y los nuevos proyectos convirtieron la inauguración en una fiesta de la comunidad educativa. En el Seminario Menor de la Asunción, como quedó patente hoy viernes, cada septiembre es una semilla, una promesa de futuro que brota con el esfuerzo de todos.













