- Este domingo, la Iglesia de Santiago de Compostela celebró la apertura del Año Jubilar, coincidiendo con la fiesta de la Sagrada Familia.
- El arzobispo de Santiago, Mons. Francisco Prieto Fernández, presidió la solemne ceremonia que se inició con una peregrinación desde la iglesia de San Francisco hasta la Catedral.
La celebración, que empezó a las 16:30hs en la iglesia conventual de San Francisco, estuvo presidida por el Arzobispo de Santiago, Mons. Francisco Prieto, y se realizaron los primeros ritos, bajo el nombre de «Collectio».
A continuación, partió la procesión litúrgica hasta la plaza del Obradoiro, para acceder a la Catedral atravesando el Pórtico de la Gloria.
La procesión estuvo encabezada por la cruz jubilar, que en este caso la misma cruz que se estrenó para la apertura de la Puerta Santa el 31 de diciembre de 2020. Se trata de una obra realizada por el taller Ramón González Orfebres, diseñada por el orfebre compostelano Antonio R. González Porto. La figura de la cruz surge de un aparente cruce casual de eslabones de una cadena, que evocan el encuentro entre culturas, razas, lenguas y también individuos que conforman una cruz que quiere acogerlas a todas.
Una vez en el interior de la Catedral, tuvo lugar la Misa Solemne, también presidida por el Arzobispo Mons. Francisco Prieto, con la participación del cardenal arzobispo emérito de Buenos Aires, mons. Mario Aurelio Poli; el arzobispo emérito de Santiago de Compostela, mons. Julián Barrio; el arzobispo emérito de Tánger, mons. Santiago Agrelo Martínez; así como del Vicario General, del Vicario de Pastoral, de los Vicarios territoriales, rectores y formadores de los Seminarios Mayor y Menor, arciprestes, sacerdotes, miembros del Cabildo catedralicio, diáconos, miembros de la Vida Consagrada y laicos de toda la Diócesis.
En la homilía, el arzobispo destacó que la esperanza tiene un único nombre, Cristo el Señor, e invitó a los diocesanos a reflexionar sobre las razones para mantener la esperanza, incluso en tiempos difíciles: «Podemos seguir albergando esperanza en el corazón de cada uno de nosotros, en el corazón de nuestras familias, de nuestras comunidades, en el corazón de esta humanidad».
Mons. Prieto invitó a la fieles a mirar a Belén y Nazaret como símbolos de esperanza y amor encarnado: «Cada Navidad es la puerta que Dios abre de nuevo a la esperanza de la humanidad y le recuerda que en la mirada y en el corazón de los sencillos es donde nos aguarda la salvación». Destacó la esperanza albergada por José y María, y cómo Dios puso la esperanza definitiva en el corazón de María y José para cuidar y acompañar.
El arzobispo animó a los presentes a ser sembradores de esperanza y a cargar la mochila del peregrino únicamente con las semillas del Evangelio. «Carguemos la mochila únicamente con las semillas propias de ese Reino de Dios que nos invita a sembrar como verdaderos artesanos. Paz y justicia, verdad y amor».
En su mensaje, el prelado compostelano subrayó la importancia de la sinodalidad y del caminar juntos en comunión: «Seamos durante este año jubilar verdaderamente sembradores, testigos, discípulos, puerta de la esperanza que es Cristo el Señor». E invitó a los fieles a ser facilitadores del encuentro y la reconciliación, convirtiéndose en puertas abiertas y no en muros.
«Que renazca la esperanza en cada uno de vosotros como el don de Dios. Que renazca la esperanza como la tarea que se nos confía. La puerta está abierta, es puerta de gracia. Atravesémosla, abrámosla, abramos las puertas de nuestra vida, porque la gracia y el don de Dios se derraman de manera abundante», afirmó Mons. Prieto. El arzobispo finalizó invitando a los diocesanos a abrazar el jubileo con alegría y dedicación.
Durante todo el 2025, la Catedral será templo jubilar, en el que obtener la Indulgencia Plenaria, cumpliendo las prescripciones establecidas (confesión sacramental; celebración de la Sagrada Eucaristía y comunión; y oración por las intenciones del Sumo Pontífice).
El Jubileo es el Año Santo que el Papa convoca periódicamente desde 1.300 y que convierte a Roma en destino para millones de peregrinos procedentes de todas las partes del mundo. El intervalo entre los Jubileos ha cambiado varias veces a lo largo de la historia, pero actualmente es de 25 años.
Decreto con las disposiciones diocesanas
El pasado 27 de diciembre, el Arzobispo de Santiago de Compostela publicó un Decreto con las disposiciones diocesanas para el Jubileo 2025. En este documento se recogen entre otros aspectos, los templos designados como jubilares, incluyendo la Catedral de Santiago: un templo en cada arciprestazgo durante su «semana jubilar» y los santuarios marianos de Ntra. Señora de la Barca en Muxía, Ntra. Señora de los Milagros de Amil en Moraña, y Ntra. Señora de Pastoriza en Arteixo.
Además, se presentan varias iniciativas diocesanas para el Jubileo: peregrinaciones a templos designados, catequesis para explicar el significado del Jubileo acompañadas de iniciativas culturales que resalten los aspectos importantes del Año Santo, realización de obras de caridad y solidaridad disponibilidad de los sacerdotes para facilitar el acceso al sacramento de la Reconciliación, etc.
La Archidiócesis organizará una peregrinación a Roma del 24 al 29 de agosto, donde los participantes tendrán la oportunidad de cruzar la Puerta Santa en las Basílicas papales, simbolizando un paso hacia la reconciliación y la renovación espiritual.
Además, a lo largo del Año Jubilar, se promoverá la participación en eventos específicos como el Jubileo de los Jóvenes, el Jubileo de los Catequistas y el Jubileo de las Familias, cada uno destacando diferentes facetas de la vida de fe y comunidad.
El Año Jubilar concluirá el 28 de diciembre de 2025 con una solemne celebración eucarística en la Catedral de Santiago, dando gracias por todo lo recibido durante el año de oración y conversión.