- Es una Peregrinación del Camino de Santiago organizada por la Pastoral Penitenciaria de España
Hoy sábado 5 de octubre, Santiago de Compostela fue el escenario de un emotivo encuentro en el marco de la peregrinación del Camino de Santiago, organizada por la Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española.
La actividad reunió a más de doscientos participantes de trece centros penitenciarios de toda España, incluyendo reclusos, funcionarios, capellanes y voluntarios.
Monseñor Francisco Prieto Fernández, arzobispo de Santiago, y monseñor Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo-Ferrol, presidente de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad humana, lideraron la peregrinación, al lado de a las personas privadas de libertad en un gesto de cercanía y acompañamiento espiritual.
Cada centro penitenciario ha organizado su propio recorrido por el Camino de Santiago, con rutas que en algunos casos coinciden. Los reclusos estuvieron acompañados por capellanes y voluntarios de la Pastoral Penitenciaria, quienes los guiaron en este viaje de fe y reflexión.
El momento culminante fue hoy por la mañana, bajo una lluvia inclemente, cuando todos los grupos se reunían en el Monte do Gozo para emprender juntos la última etapa hacia la Catedral de Santiago, en donde presidió la Eucaristía monseñor Francisco Prieto Fernández, y concelebró monseñor Fernando García Cadiñanos, junto a un grupo numeroso de sacerdotes acompañantes.
En la invocación se pidió la intercesión del Apóstol para que la sociedad sea más sensible a la realidad penitenciaria, apostando por la inserción social: “Llegamos a esta tu casa con la experiencia de haber vivido unos días de auténtica libertad. Hemos compartido camino, techo, alimento y también experiencias de vida, anhelos, ilusiones con la vista puesta en un futuro no muy lejano con el que nos vamos a encontrar y para el que nos estamos preparando.” Han pedido al Apóstol que interceda por ellos: “para que seamos fuertes en el sufrimiento, acrecentemos nuestra fe en la capacidad de resurgir de nuestras muertes y nos planteemos nuestro tiempo de privación de libertad como un aprendizaje para un futuro digno y feliz”.
En la homilía monseñor Prieto agradeció e hizo suyas las palabras de la ofrenda: “son palabras que hablan precisamente desde una experiencia honda, donde la libertad está privada en vuestras vidas, pero lo vivís como un camino de esperanza o como un éxodo real, que así deseamos y oramos y la iglesia os quiere acompañar, en ese camino que conduce en un éxodo hacia la libertad, tierra siempre prometida en el corazón de la humanidad, pero que también sepamos acompañaros, cuando llegados a la tierra prometida la libertad, uno reinicia de nuevo, el camino de su vida”
El arzobispo expresó su deseo que en Santiago renazca la esperanza para los que están en camino hacia la libertad: “que aquí en Santiago renazca la esperanza para los que buscan justicia y dignidad, que aquí en Santiago y de Santiago renazca la esperanza para los artesanos trabajadores comprometidos por la paz, bienaventurado los hambrientos de justicia, por qué ser la dicha y la felicidad, que aquí en Santiago y de Santiago cuando regreséis a vuestras casas, lo aquí celebrado, lo vivido en el camino, lo que aquí el Señor os ha regalado, sea para vosotros y para todos, nosotros, motor empuje y aliento para ese día a día”.
Tras la celebración eucarística, los peregrinos se reunieron en San Martín Pinario para un encuentro con el testimonio de un chico o chica de cada cárcel. Fue un momento muy emotivo: “nos llevamos fraternidad, amistad, esfuerzo, momentos de silencio y reflexión sobre la propia vida, y también encuentro con Jesús el primer peregrino”.
Después de comer todos juntos emprendieron el regreso a casa «por otro camino»: «creo que un poco mejores y con las pilas cargadas de esperanza” en palabras de Juan González-Redondo, capellán del Centro Penitenciario de Teixeiro.
Para la delegada diocesana de Pastoral Penitenciaria, Yolanda Sánchez, este camino supone una gran experiencia “ya que acompañar a las personas privadas de libertad y al funcionariado es crecer con ellas”.
El Director del Departamento para la Pastoral Penitenciaria de la CEE, José Antonio García Quintana SJ, el secretario general de instituciones penitenciarias, Luis Ángel Ortiz, y el director general, Miguel Ángel Vicente, también acompañaron a esta expedición a lo largo del encuentro.
Este evento representa no solo una experiencia espiritual para los reclusos, sino también una valiosa oportunidad de reinserción, llena de esperanza y fe. La Pastoral Penitenciaria reafirma su compromiso de apoyar a los más vulnerables, brindando un espacio para la reflexión y la redención a través de la peregrinación.
Esta es la opción de la Iglesia, que lleva en su esencia el perdón, la posibilidad de conversión y redención. En este sentido la Pastoral Penitenciaria juega un importante papel en la cárcel y fuera de ella acompañando a las personas en el camino de la libertad, apoyando que puedan rehacer sus vidas.