A.- Concienciar y sensibilizar a los agentes de pastoral acerca de la necesidad de proteger de cualquier tipo de abuso a los menores y a las personas más vulnerables promoviendo relaciones de respeto. Prevenir los abusos.
B.- Acoger y acompañar a cuantos hayan sido víctimas de abuso y a sus familias. Permitir y facilitar la recepción de la denuncia relacionada con cualquier tipo de abuso. Orientar al denunciante y/o a la víctima respecto de la tramitación a seguir, tanto en vía canónica como en la jurisdicción ordinaria.
C.- Facilitar los medios necesarios para una adecuada atención integral (psicológica, jurídica, espiritual), de acuerdo con los deseos y necesidades que manifiesten las víctimas. La verificación de que han sido reparadas del daño que se les haya hecho.
D.- Recopilar cuantos datos sean necesarios a efectos de la identificación del victimario y de las posibles víctimas, así como cualquier ulterior dato relacionado con los hechos invocados y con las personas afectadas, que se hagan llegar a este Servicio pastoral.
E.- Enviar al Ordinario el acta de la denuncia o de la noticia del delito y de las actuaciones realizadas, todo ello con celeridad y discreción, dejando constancia documental del envío realizado. Custodiar debidamente el correspondiente registro.
F.- Atender al victimario en orden a su rehabilitación personal. Siempre que sea posible, iniciar un proceso de justicia restaurativa.