Cambia el mundo, nos invitaba estos días pasados el Domund. Esa es nuestra misión sea cual sea nuestra vocación. Los discípulos de Emaús reconfortados al encontrarse con Jesús salen con un ánimo nuevo a desempeñar su misión: “id al mundo entero y predicad el evangelio” (Mc 16,15). Una buena noticia que toque el corazón de los hombres y los transforme, que los llame a la santidad.
El papa Francisco nos lo recuerda en su última exhortación: Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. En realidad, desde las primeras páginas de la Biblia está presente, de diversas maneras, el llamado a la santidad. Así se lo proponía el Señor a Abraham: «Camina en mi presencia y sé perfecto» (Gn 17,1).
Una santidad, anónima, que celebramos en la solemnidad de todos los santos, recordando a la multitud de cristianos que sin hacer ruido anunciaron la buena noticia de Jesucristo.
Que este curso que comenzamos bajo el lema “sentándose a la mesa con ellos” seamos capaces de reconfortar a tantos cristianos abatidos, desilusionados como aquellos de Emaús y juntos realicemos la misión que el mismo Jesús nos encomendó.
Página web de la Revista Diocesana “Barca de Santiago”
Un nuevo curso
por Mons. Julián Barrio
Editorial: “Sentándose a la mesa con ellos”
por Josecho López Moldes
El ministerio de la santificación
por Mons. Jesús Fernández
El Pórtico de la Gloria. Al final del Camino, la belleza.
por Francisco J. Buide
El Evangelio de Lucas y el Ciclo C de la liturgia
por José Fernández Lago
Película: ¡A ganar!
por Ángel Fernández
Cáritas Diocesana: Empresas de inserción laboral
por Javier García
El Sínodo Diocesano impulsa la renovación de la Pastoral Familiar Diocesana
por Delegación Pastoral Familiar