Mons. Francisco Prieto pide a los cristianos ser testigos al servicio de una vida más humanizada

  • Mons. Prieto pidió por los que más sufren, por los que están en guerra, por los niños y ancianos, por todos los pueblos y gentes de España, por las víctimas del accidente ferroviario de Angrois…
  • El prelado compostelano encomendó a los jóvenes que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en Lisboa, del 1 al 6 de agosto.
  • El arzobispo pidió al Apóstol por los elegidos en las recientes elecciones generales “para que dediquen os seus mellores esforzos ás esixencias do ben común e ao empeño por construír unha sociedade en paz, cimentada na verdade, a xustiza e a liberdade, onde servir sexa sempre o horizonte da responsabilidade política, por riba das lexítimas diferencias políticas”

El Arzobispo de Santiago de Compostela, mons. Francisco José Prieto, presidió esta mañana la celebración litúrgica de la Solemnidad del Apóstol Santiago, durante la cual se presentó la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago. En esta ocasión, el Delegado regio fue el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, en representación del pueblo español, quien renovó la tradicional ofrenda al Apóstol, dando continuidad a esta tradición, instaurada por Felipe IV en 1643.

Al inicio de la Eucaristía, el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, impuso a mons. Francisco Prieto el palio arzobispal, un distintivo que portan los arzobispos y que es símbolo de la comunión de estos con el Papa. El arzobispo de Santiago recibió el pasado 29 de junio este palio bendecido por el Papa Francisco en la Solemne Eucaristía que se celebró en la Basílica de San Pedro.

En su homilía, monseñor Prieto afirmó que la aportación de los creyentes, y de la Iglesia en su conjunto, a la sociedad tiene que ser profética, nunca acomodaticia, y tiene que responder a las necesidades y a las inquietudes del presente, vividos a menudo de forma dramática por la sociedad: “Hay una manera profética de estar en el mundo, opuesta por un lado al espiritualismo, y por otro al peligro de erigirnos en árbitros o jueces del mundo. Una dimensión profética realizada con verdad, con lenguaje atractivo y mirada amable, hasta con un sano sentido del humor y una inteligencia suficiente que sepa distinguir lo importante de lo secundario”.

En este sentido, aseguró que “temos que amar sinceiramente a cada home e muller cos que compartimos cidade, vida e espazo, poñendo tanto empeño en defender o xusto como en denunciar o inxusto, en rexeitar o malo como en promover o bo”.

Mons. Francisco Prieto aseguró que es necesario ser testigos al servicio de una vida más humanizada, entendida como don de Dios y como tarea humana, promotores de una cultura de la vida digna del hombre y de todo hombre (sin abstracciones): “Non é en soidade e illamento, senón en irmandade onde o home, cada persoa, pode respirar con folgura para baleirarse de excesos e colmar os baleiros. Os cristiáns temos aquí unha responsabilidade única no medio desta ágora: ser testemuñas da paternidade de Deus e da fraternidade de Cristo”.

El arzobispo compostelano acogió la Ofrenda de Alfonso Rueda encomendando “á intercesión do Apóstolo Santiago a todos os pobos do mundo, especialmente os que seguen sufrindo o drama da guerra, da fame que tantos exilios forzados provoca; a todos os pobos  e xentes de España, da nosa querida Galicia, ás nosas familias, que sigan sendo, nestes momentos de crises e incerteza, berce da vida e da fe, onde todos, especialmente os nosos nenos e anciáns, sexan coidados, queridos e consolados.”

No faltó en su homilía un recuerdo a las víctimas del accidente ferroviario de Angrois y sus familias: “quero lembrar ás vítimas e ás súas familias desde a esperanza que nos vén do Deus da Vida, desde o consolo que brota do corazón do Pai misericordioso”.

El prelado compostelano encomendó a los jóvenes que ya están inscritos y preparados para peregrinar a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en Lisboa, del 1 al 6 de agosto, con la presencia del papa Francisco, para que sean testimonios Cristo. En ella participará el arzobispo de Santiago junto a otros 70 obispos españoles, que además serán los encargados de dinamizar las 25 catequesis de habla hispana por día.

Mons. Prieto pidió por los que fueron elegidos en las recientes elecciones generales para que dediquen sus mejores esfuerzos a las exigencias del bien común y al empeño por construir una sociedad en paz, cimentada en la verdad, la justicia y la libertad, donde servir sea siempre el horizonte de la responsabilidad política, por encima de las legítimas diferencias políticas.

El Arzobispo finalizó su homilía con estas palabras: “por intercesión do Santo Apóstolo Santiago, pido ao Señor que bendiga ás súas Maxestades e á Familia Real; tamén á vosa Excelencia, Sr. Oferente, á súa familia e aos seus colaboradores. Que, de novo desde Santiago, renaza a esperanza que nunca decae e que sempre nos sostén”.

Concelebraron con monseñor Prieto, el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza; el cardenal arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela; mons. Julián Barrio, el arzobispo emérito de Santiago de Compostela; mons Jesús Sanz Montes, Arzobispo de Oviedo; mons. José Rodríguez Carballo, Arzobispo de Belcastro; el arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo Martínez; monseñor Luis Quinteiro Fiuza, Obispo de Tui-Vigo; el Obispo de Lugo, monseñor Alfonso Carrasco; el titular de la Diócesis de Ourense, monseñor José Leonardo Lemos Montanet; y el obispo de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, mons. Fernando García Cadiñanos.

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