Monseñor Barrio preside la celebración de San Martín y recuerda que el santo fue un hombre «austero, sacrificado, contemplativo y peregrino del Absoluto»

  • La Eucaristía se celebró en la Capilla del Seminario Mayor y contó con la presencia del obispo auxiliar, el rector, formadores y seminaristas

El Seminario Mayor de Santiago de Compostela celebró hoy, día 11 de noviembre, la festividad de San Martín de Tours, patrono de la institución formativa y educativa. El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió la Eucaristía Capilla del Seminario Mayor. “San Martín”, dijo don Julián en su homilía, “manifestó alma de pastor ofreciendo su vida por las ovejas, no ejerciendo el poder sobre ellas como un funcionario, rígido y observador del propio horario de trabajo y celoso custodio de su privacidad, y conmoviéndose con el corazón y con la mente ante la situación de dispersión que vivían. Fue construyendo la convivencia sin ceder a las exigencias acomodaticias del momento”.

Monseñor Barrio añadió que San Martín fue un hombre admirado por su sabiduría y amado por su bondad: “Austero, sacrificado, contemplativo y peregrino del Absoluto, forma parte de la memoria espiritual de la Europa cristiana, como testimonio de la libertad de la fe. Evangelizó luchando contra la tergiversación del mensaje cristiano, la idolatría, las supersticiones, la miseria humana y las manifestaciones del mal. El silencio del monasterio que favoreció su diálogo con Dios, se convierte más tarde en poderosa palabra evangelizadora de la cultura que es modo de expresar la visión cristiana del hombre, pues el corazón de cada cultura está constituido por su acercamiento al más grande de los misterios, el misterio de Dios”.

La festividad de San Martín de Tours reunió a toda la comunidad de seminaristas del Seminario Mayor, con Carlos Álvarez, el rector, a la cabeza; así como a buena parte de los integrantes de las comunidades educativas diocesanas, tanto el Instituto Teológico Compostelano (ITC) como el Instituto Superior Compostelano de Ciencias Religiosas (ISCCR). Acompañaba a monseñor Barrio su obispo auxiliar, monseñor Francisco Prieto.

El arzobispo instó a los presentes a no contentarse con una vida mediocre y con una religiosidad superficial: “Si vivimos por el Espíritu obremos según el Espíritu. El hombre supera infinitamente al hombre y no debe quedar reducido a una variable del mercado, o a ser un factor totalmente irrelevante en las opciones decisivas. Dios nos sorprende siempre porque nos da como gracia aquello que nos pide como misión”.

Mons. Barrio terminó afirmando que “esta fiesta nos indica que la historia de la Iglesia es una historia de santidad. Esta experiencia de fe nos lleva a hacer un discernimiento espiritual en nuestro seguimiento de Cristo para prolongar de modo libre y siempre nuevo su vida en nuestra historia”.

 

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