Intervención de mons. Barrio asistió en la inauguración del proyecto de conservación y restauración del Pórtico de la Gloria

Majestad
Sra. Presidenta del Congreso de Diputados
Sr. Presidente de la Xunta de Galicia
Sr. Ministro de Cultura y Deporte
Sr. Presidente del Parlamento de Galicia
Sr. Delegado del Gobierno en la Comunidad
Sr. Alcalde de la Ciudad  de Santiago
Sr. Presidente de la Fundación Barrié

¡Bienvenidos a esta Casa del Señor Santiago al inaugurar la restauración del Pórtico de la Gloria! Les acogemos con afecto y les ofrecemos nuestra hospitalidad.

El pasado jueves, con ocasión de la presentación a los medios de comunicación del Pórtico de la Gloria una vez concluido el proceso de restauración, tuve la oportunidad de agradecer las distintas colaboraciones de cuantos han hecho posible la consecución de este arduo, complejo y costoso proyecto, en la certeza de que no llega antes el que va más deprisa sino el que sabe a dónde va.

Me referí a la Fundación Barrié, en su función de patrocinadora, mecenas e impulsora del Programa Catedral, al Instituto del Patrimonio Cultural de España, del Ministerio de Cultura y Deporte, una garantía de excelencia por el prestigio y calidad excepcional de sus técnicos; también a la Administración autonómica, que desarrolló sus competencias y, en su momento, asumió la necesidad de afrontar obras de urgencia en las cubiertas de la Catedral; al equipo de restauradores por su pericia y abnegada dedicación, así como a los distintos especialistas de las artes y técnicas que han trabajado en un programa necesariamente interdisciplinar; y a la Fundación Catedral de Santiago en sus tareas de gestión y dirección con eficacia y rigor.

En esta ocasión traigo a nuestra memoria agradecida al Maestro Mateo que, con su escuela, hizo realidad este Pórtico y el complejo arquitectónico que es la fachada occidental de nuestra catedral. Él fue el arquitecto sabio en el sentido bíblico y el artista culto, que atiende a la reflexión conceptual, al oficio de constructor y de escultor, y que cuida hasta el menor detalle del acabado polícromo más exquisito; un humanista adelantado, mostrándose como un creador intelectual que, gracias a su sabiduría, devoción y entendimiento profundo de las Sagradas Escrituras, consigue acceder a un modo de visión espiritual que se refleja en su obra. Contemplar en el presente siglo XXI el Pórtico de la Gloria nos permite experimentar un impacto de admiración ante un conjunto pétreo de excepcional factura, mirando los finos detalles del artífice de tan ingeniosa construcción y cuidada labra; los rostros, pies, manos, pliegues, complicidades, gestos, sonrisas… una obra en la que la eternidad se hace tiempo, la gloria de Dios se hace estupor deslumbrante, y la piedra se hace vida, garantizando la permanencia de un mensaje a lo largo del tiempo. Escuchamos el susurro del aleteo de las alas, la suave brisa del Espíritu, el murmullo de los diálogos íntimos, el afinado de los instrumentos y el continuo del organistrum que apunta al inminente inicio de la gran sinfonía.

Tras la minuciosa restauración de las policromías del Pórtico parece correcto afirmar que, con la maestría del más delicado cirujano, los tres momentos estilísticos que enriquecieron con el color y el oro las esculturas del Pórtico ofrecen una visión nueva, distinta, original en la que la mano experta se ha limitado a preservar y mimar para que luzcan las huellas de un pasado que ha dejado su memoria en el color. Tal vez no sea exacto decir que estamos contemplando, en la sutileza de matices y tonos velados o más intensos, la cuarta gran policromía del Pórtico, la que nos ha dejado la historia y las manos expertas han sabido conservar y destacar. Nuestra catedral sigue suscitando el diálogo entre autores, estilos, tiempos, y expresiones artísticas.

A partir de este momento que podemos calificar de histórico, del que vuestra Majestad y cuantos asisten a este acto son partícipes, es necesario asumir el compromiso para preservar y mantener esta joya culmen del románico con protocolos rigurosos, cuidadosamente testados y escrupulosamente aplicados.

Muchas gracias.

 

Foto: xunta.gal

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