- En un debate en la RSEAPS, el arzobispo de Santiago se mostró abierto a colaborar con la Administración o empresas privadas para dar una segunda vida a edificios de la Iglesia para servicio de los ciudadanos
El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, aseguró esta tarde que “la presencia material de la Iglesia en Compostela, considerablemente mayor que en otras ciudades, hace que por una parte los ciudadanos la sientan con mayor intensidad, y por otra, justifica de suyo y hace surgir para ella la oportunidad, pero también el reto y la responsabilidad, de poder participar en los procesos de reflexión sobre las cuestiones que afectan o interesan a Santiago”.
Palabras de monseñor Prieto en la sexta y última mesa de debate de este año -la última antes del descanso estival- del ciclo “Compostela 2023-2027. Presente y futuro”, organizado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de la Ciudad de Santiago (RSEAPS). El arzobispo, que tituló su intervención “Una ciudad de Dios, una ciudad de los hombres”, se refirió también al interés de la Administración y las empresas privadas por abrir cauces de colaboración para darle una segunda vida de servicio a la ciudadanía al patrimonio inmobiliario de la Iglesia compostelana. En cuanto a ese asunto, señaló que “la reflexión que habría que abordar, sin duda, está relacionada con los costes de conservación, la depreciación por encontrarse en mal estado y la falta de interés directo para las actividades de la Iglesia”, por lo que sentenció que quizá todo ello “aconseje explorar esas vías de colaboración”.
Prieto afirmó también que “la Iglesia de Santiago es de largo la entidad que tiene mayor compromiso con las necesidades de las personas y sus carencias, no sólo espirituales, sino afectivas, económicas, laborales, sociales y familiares” y, en ese sentido, indicó que “tal vez sería necesaria una mayor reafirmación pública de su intención de ser la voz de los que no tienen voz”. Todo ello, según el arzobispo, dentro del amplio movimiento de la justicia social, “del que forma parte por derecho propio la Doctrina Social de la Iglesia y en el que la sociedad en su conjunto, y el Estado en particular, deben procurar el equilibrio y la equidad entre la población”.
Preservar la identidad cristiana del Camino de Santiago
Además, el arzobispo habló sobre el debate público, “quizá de las personas más implicadas con la Iglesia”, sobre la “necesidad de evitar la pérdida de identidad cristiana del Camino de Santiago, cuya identidad espiritual y religiosa estamos convocados a preservar como un desafío y una responsabilidad”. Y apostó por el ecumenismo y el diálogo interreligioso -la importancia de la religiosidad popular- como camino de integración de los inmigrantes.
En un análisis más genérico sobre la situación actual de la sociedad, Prieto afirmó que “no estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino un cambio de época, con cambios socioeconómicos, tecnológicos y culturales, con la penetración de una especie de deconstruccionismo, donde la libertad humana pretende construirlo todo desde cero”. Desde su punto de vista, ello lleva que sólo quede en pie “la necesidad de consumir sin límites y la acentuación de muchas formas de individualismo sin contenidos, el enjambre digital y los desafíos de la inteligencia artificial”. “Afrontamos”, dijo también, “los retos de un relativismo cultural y religioso y un cambio antropológico de calado, por lo que ante el ser humano que busca la verdad y el sentido de su vida, la Iglesia ayuda y propone a las personas descubrir el sentido de su propia existencia”.
Volver a la política del servicio al pueblo y el bien común
Tras citar a Juan Pablo II y a Benedicto XVI en sus viajes a Santiago, para resaltar la importancia de Compostela como uno de los centros de la cristiandad (el primero), y al servicio imprescindible al hombre respondiendo su pregunta por Dios (el segundo), el arzobispo hizo también una referencia a la situación actual en el mundo: “Cuando en los programas electorales la noción del bien común ha sido sustituida por la de interés general -que en absoluto son sinónimos-, cuando se han cumplido dos años de la guerra de Ucrania, la Tierra Santa sigue en dramático conflicto y Europa parece candada y deprimida; y cuando el desarrollo de la inteligencia artificial se ha acelerado y genera una gran incertidumbre; es precisamente cuando los católicos tenemos que comprometernos con la mejor política, esa que está verdaderamente al servicio del pueblo, del bien común y de la fraternidad”.
Monseñor Prieto fue presentado por Fernando Barros Fornos, ecónomo de la Archidiócesis de Santiago de Compostela y secretario de la RSEAPS, en un acto que encabezó el presidente de la Real Sociedad, Francisco Loimil Garrido.